China se ha convertido en el gran problema ambiental para todo el mundo y en un problema de salud para sus propios ciudadanos (al menos, para los que viven en las grandes ciudades). La contaminación en las urbes chinas hace que el aire sea a veces irrespirable. Por otra parte, China sigue aumentando sus emisiones de carbono y es el país que más contribuye al cambio climático. Con todo, sus autoridades creen que van a poder lidiar con el problema. No quieren detener el brutal desarrollo económico, el decrecimiento está muy lejos de su pensamiento. Prefieren apostar por las renovables, lo que hay que aplaudir, aunque no es seguro que sea suficiente, y aplicar una tasa sobre las emisiones de carbono, como ya hiciera Australia. Quien contamina, paga. Hay que señalar que la medida se iba a aprobar a principios de 2013, pero ha sido aplazada por el Gobierno, que teme que repercuta sobre el crecimiento económico. Pero ¿no es precisamente de lo que se trata? El plan es introducir en la legislación un impuesto de entre 5 yuanes y 10 yuanes (entre 63 céntimos y 1,26 euros) por tonelada de carbono. El impuesto estaba destinado a aplicarse a las emisiones de carbono procedentes de los combustibles fósiles, los que más contribuyen al cambio climático. Pero la oposición es obvia y dicho impuesto sobre el carbono se sigue discutiendo dentro del Gobierno. China es el mayor emisor del mundo, aunque está realizando esfuerzos para reducir la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) y mejorar la eficiencia energética. También tiene planes para establecer siete programas piloto de comercio de carbono en las ciudades de Beijing, Shanghai, Shenzhen, Guangdong, Tianjin, Chongqing y Hubei. El sistema regulará entre 800 y 1.000 millones de toneladas para el año 2015, lo que lo convierte en el mayor programa de derechos de emisión después del de Europa.
Los científicos de la Academia China de Planificación Ambiental y el Instituto de Investigación de Energía de la CNDR creen que para que el impuesto sea efectivo debería penalizar a partir de 20 yuanes. Así que, aunque por fin entre en funcionamiento el impuesto, ¿será suficiente? Una medida que llega tarde y será mal desarrollada. Deja una respuesta. |
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