En 1950 la población humana en la tierra era de dos mil millones y medio de personas. Hoy en día es de siete mil millones. Para el 2050 la ONU estima que habrá nueve mil millones de seres humanos en el mundo. En las condiciones productivas actuales sería imposible alimentar a toda esa gente: para hacerlo, según varias organizaciones, se necesitaría cultivar sobre un espacio similar a la mitad de Sudamérica. Frente a este panorama surge una alternativa que recuerda a los métodos de cultivo de los pueblos originarios americanos pero planteados en el escenario urbano: las granjas verticales. Las granjas verticales son granjas pensadas para funcionar dentro de la ciudad, en edificios y terrazas preparados especialmente para soportar el cultivo. En internet miles de sitios se dedican a investigar sobre el tema y cientos de arquitectos suben sus diseños de edificios futuristas pensados para funcionar como granjas. En 1999 un profesor de la Universidad de Columbia y sus alumnos se dedicaron a estudiar la potencialidad de esta técnica y descubrieron que con 160 edificios de 30 pisos dedicados exclusivamente al cultivo vertical podrían alimentar por un año a todo New York. Hoy en día existen terrazas en ciudades y espacios cerrados dedicados al cultivo urbano pero ningún proyecto de gran escala como el anterior pudo ser desarrollado. El mayor problema que acarrea esta técnica es el enorme consumo de energía que requiere ya que en ambientes cerrados la luz solar debe ser reemplazada por luz artificial. Sin embargo, mientras que algunos científicos piensan que las granjas verticales no son sustentables a larga escala otros afirman lo contrario y son optimistas al respecto. En la actualidad, los países que más materializaron la idea son Holanda (donde incluso se vende comida de granjas verticales en algunos supermercados) y Corea del Sur. Deja una respuesta. |
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